domingo, 16 de septiembre de 2007

El trágico e innecesario marchitamiento de lo mejor de nosotros

Olas de memoria bañan mis cabellos y me zambullo... estás cogiendo una piedra del fondo del mar para entregármela...
hombre meduso con bellos tentáculos bailando al compás de las mareas... y tu transparencia, que la luz del sol atraviesa para perderse en otras profundidades
hombre de pétalos rojos con poemas de amor estelar... canciones extrañas de tierras lejanas
hombre perdido en la hombradez..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso de derramarse en las hojas, es lo mismo que darse un baño de tiempo para limpiar nuestro espíritu, nuestras letras, nuestra música tienen un mensaje desde el interior, que debemos aprender a coodificar y a interpretar, son una especie de Tarot Gramatical o una ventana al zótano de nuestro inconsciente...
Recuerdo los Vaívenes y esa historia de columpios y que mas parecido a eso que la vida...
que en ocasiones nos hace subir como para tocar el sol.. y que en lo mas alto nos aleja de él...para pensar que todo es un sueño dentro de otro sueño....
Estaba viendo tu blog y me recuerda mucho a Tito Fernandez por que si aprecias su música con apreciación el hombre le tiene un terror a envejecer, a la ida de los hijos y el Vino es como su amigo evasor, en tus letras tambien se deja ver un halo de nostalgias... quizás sean las últimas nostalgias de este Invierno..... te acuerdas de Becquer cuando dice y tengo en mi pena una alegría, sé que aun me quedan lágrimas....
Mientras tengamos un puente con nuestro espíritu y logremos emocionarnos todo marchará bien..
Las penas y las tristezas se alimentan de nuestro tiempo, por lo mismo hay que quitarle el tiempo para sentirse así...y que mejor que la creación, escribir, sembrar, pintar, bailar, cocinar, viajar...

Angel..